Sophia es un robot desarrollado por la empresa de Hong Kong Hanson Robotics con cara de mujer capaz de imitar 62 expresiones y emociones faciales humanas haciéndoles saber cómo se siente a través de ellas. Sophia habla inglés, cuenta chistes y te permite mantener una conversación medianamente inteligente con ella, ha sido diseñada alrededor de los valores humanos de la sabiduría, la amabilidad y la compasión, se parece a “Johnny 5”, el primer robot en recibir la nacionalidad estadounidense en la película de 1986 ‘Cortocircuito‘. Sin embargo, lo de Johnny 5 era una simple idea, algo escrito para una película de ficción por los guionistas S. S. Wilson y Brent Maddock. ¿Acaso los escritores se imaginaron que en 30 años su ficción se convertiría en realidad?
Los investigadores de inteligencia artificial presionan a sus gobiernos para que prohíban la creación de “robots asesinos”; pero sigue avanzando, y uno de sus mayores protagonistas ya no quiere destruir la humanidad. Pero Sophia ha avanzado mucho en un año, al extremo a convertirse en el primer robot de la historia en recibir la ciudadanía de Arabia Saudí un país renovado y tecnológico.
El anuncio llegó después de que el país se comprometiera a gastar 500.000 millones de dólares en la construcción de una nueva ciudad dominada por la robótica y las energías renovables. Le han dado a una máquina uno de los conceptos más honorables que puede tener una persona: la nacionalidad y todo lo que conlleva.
Darle la nacionalidad a un robot significa confiar en una tecnología de la que todavía no nos podemos fiar del todo, puesto que hay cuestiones sociales y éticas que todavía no somos capaces de esclarecer como humanos; siendo la nacionalidad es el estado más honorable que un país le puede dar a su gente.
Estas son tres razones por las que creo que darle la nacionalidad a Sophia es una decisión prematura.
- Definición de identidad: La nacionalidad se le otorga a una identidad única. Cada uno de nosotros, como seres. ¿Qué le da a Sophia su identidad? ¿Su dirección MAC? ¿Un código de barras, una marca única en la piel, una marca de audio en su voz, una señal electromagnética parecida a las ondas cerebrales humanas? Es posible crear estos y otros tipos de protocolos de gestión de identidad, pero no establecen la identidad de Sophia, sino que establecen la identidad de su hardware. Entonces, ¿cuál es su identidad?